viernes, 27 de septiembre de 2013

Silencio

- Y a veces pasa, de repente descubres que alguien te importa y no sabes porqué. Empiezas a pensar en cuales serán sus deseos más ocultos, buscas sus sonrisas aunque sea en los recuerdos, piensas en su risa, en la dulzura de su olor y maldices no encontrar su interés salvo en tu ropa interior. Echas de menos lo que no te ha dado y más todavía lo que decidió regalarte cuando tú no sabías en quién se convertiría. Eliminas sus silencios, conviertes sus detalles en montañas y haces de sus defectos piedrecitas... Áis...

- ¿Has acabado ya cariño? No soporto tu complejo de Cenicienta. Apúntate esto: no siempre se gana al jugar aunque creas tener la mejor de las bazas, nunca podrás adivinar lo que ven unos ojos ajenos aunque estéis mirando al mismo sitio. Eres única pero mucha gente es ciega y prefiere seguir el olor del rebaño nena, saben que las ovejas siempre llevan a un lugar seguro. Cada vida tiene un sentido y coincidir con otras no depende de querer sino de estar de acuerdo en un mismo cometido, y tú destino está muy lejos de tu corazón.

- Gracias pero no te soporto.

- Cuando dejes de oírme y aprendas a escucharme, empezarás a quererme, no tengo ninguna duda. Solo espero no tener que dejarte aquí encerrada mucho tiempo. Ahora, vuelve a tu celda y empieza a matar a los pensamientos que no sirven para nada.




No hay comentarios: