Hoy es a mí a quién le apetece esconderse para darte un beso, un beso de esos que no significan nada especial pero que sientan muy bien a altas horas de la madrugada. Hoy te pediría que tengas cuidado con mis manos porque las tengo llenas de ganas y más peligrosos están mis labios que se resbalan por cualquier rincón de tu cuerpo, sin tapujos, sin miedos. Así que te espero... Te espero en la repisa de tu ventana, en el doblado de tus sábanas o en el hueco que tan bien conozco detrás de tu almohada.
Hablo
Miento
Digo
Callo
Escucho
Siento
Me arrepiento
Miro
Sonrío
Disfruto
Lloro
Mantengo el silencio
Elimino todo lo que no necesito
Crezco
Aprendo
Pienso
Escribo
Lucho
Me rindo
Pido consejo
Me acuerdo
Me olvido
Vivo
Muero