martes, 28 de septiembre de 2010

Aquí y ahora

Agradable es recordar los tiempos en los que no se tenían preocupaciones, cuándo jugábamos sin saber que hacíamos y nuestro mundo era una bolita de anís.
Maravillosos fueron los años en los que no sabíamos distinguir las sonrisas de las risas, cuándo llovía y nuestra pasión se convertía en pisar charcos sin importar el qué pasará, qué vendrá, a dónde llegaré.
Siempre se añora lo que ya paso pero para vivir feliz no debes dejar de esperar entusiasta lo que queda por llegar.