domingo, 29 de noviembre de 2009

Locura

Olvide tus palabras repitiéndome lo que nunca llegaste a decirme. Conseguí que desapareciera tu olor de mi olfato de perro sabueso. Imaginé mis días sin tu risa y sin tus frías manos que se calentaban con mi cuerpo. Vi el futuro sin tu recuerdo, sin tus besos, sin mi risa de adolescente. Desapareció tu aliento en mi cuello, tu respiración en mis oídos, el latir de la vida en mi entrepierna. Cuando tú te fuiste se marchó a tu lado la pasión por descubrir lugares de mi que no conocía, se rompió el vaso que se hallaba rebosante de desenfreno, placer, sudor, ímpetu, sabiduría, ilusión y tantas cosas más que tú sabes.
Entonces volví a verte, y volví a recordar lo que había olvidado. Me caí al suelo y manché mi vestido nuevo. Sentí como los días pasaban más despacio, una presión en mi pecho me invadía cuando escuchaba tus canciones, las que fueron nuestras. Volví a sentir la luna de esa noche, día tras día, me perseguía como un amargo sueño con un final de chocolate. Pero me di cuenta, nada había existido, nada salvo mi imaginación. Mis ganas de ser habían hecho que yo lo viera todo. Ni siquiera tú existes, la locura se había apoderado de mí como la nieve lo hace de las montañas en invierno.

domingo, 25 de octubre de 2009

Fácil




















Cuando te clavan un puñal
sabes que te va a doler más sacarlo
Hacerlo rápidamente es mejor opción
pero existe poca gente valiente
Yo no soy valiente y lo saco despacio
no sabéis como rasga
Me estoy acostumbrando a la sangre
pero al dolor nadie se acostumbra
El invierno se acaba, la primavera se acerca
Ya no tengo miedo, se esfuma como el humo de un cigarro
aunque todavía noto su olor.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Todo tiene solución, menos la muerte

No tiene nada que hacer en este mundo. Nadie se acordará hoy de su existencia, como le pasó ayer, antes de ayer y todos los días desde hace un par de años.

Desde que la abandonaron a merced del viento vaga por las calles, moribunda y sin nada en los bolsillos. Observa a los transeúntes. Les envidia tanto, a ella le encantaría tener a alguien a su lado pero hasta las ratas con las que comparte el banco de la calle mayor, hace días que no acuden al encuentro, se habrán cansado de mi presencia, piensa ella dolida, al fin y al cabo todos terminan haciéndolo.

Vuelve a su rutina, acude al parque a lavarse un poco, la fuente sigue donde la dejó. Unos niños juegan con la pelota. Conforme se va acercando al lugar ellos vuelen la vista, la miran, ella les mira sacando una tierna sonrisa que tenía escondida en la recámara. Ellos apartan la vista, quizás por miedo a su dentadura o simplemente por indiferencia total. Ni ella entiende porque sigue viva, pues siempre había pensado que una persona muere en el momento que dejan de recordarla, y era evidente que de ella no se acordaban ni las moscas en verano.

De pequeña le encantaba imaginarse su vida, soñaba con parecerse a su madre y tener la sabiduría de su padre. Había aprendido con el paso de los años que la perfección era una sombra proyectada en la imaginación de los más jóvenes, y aún así luchaba por conseguirla.

No sé merecía su propio destino, y ella lo sabía pero ¿qué podía hacer al respecto? Ni rezar le calmaba, ya no creía en ninguna religión, en ningún Dios, ni siquiera creía en sí misma.

Aquel trágico domingo de mayo lo perdió todo y aún así decidió luchar por ella, pero no tenía fuerzas. Ya no acudía al trabajo, su despacho se le echaba encima, sólo podía pensar en ellos ¿Por qué no le toco a ella ninguna vez?, ¿por qué la vida le trataba tan mal?, ¿qué había hecho ella para merecer esto?, siempre se hacía preguntas, evidentemente jamás llegó a responderlas.

Su padre y su madre se fueron cuando ella tenía sólo doce años, aún así salió adelante gracias a su abuela. ¡Qué mujer más buena y más sabia! Por ella se esforzó durante su adolescencia, para enorgullecerla como era debido. Lo consiguió. Se convirtió en una alumna aplicada, una nieta modelo y una persona maravillosa.

Al poco de cumplir los veinticuatro su abuela falleció, fue un duro golpe para Sonia pero lo asumió con valentía y mucha fuerza. La vida le concedió un regalo estupendo y conoció a Manuel. Era un hombre increíble: bueno, generoso, guapo, bondadoso, comprensivo, y sobre todo, un amante excelente. Fue un amor precoz, al tercer mes decidieron vivir juntos, estaban hechos el uno para el otro y ellos lo sabían.

Vivieron momentos indescriptibles, sintieron la pasión desatada en el infierno que les transportaba al cénit del amor, reían como niños, se amaban como animales en celo, aprendían siempre el uno del otro, se comprendían, hablaban de todo y lloraban juntos con películas cutronas.

A los tres años de relación llego Lucas, un milagro de la naturaleza. Era perfecto, no podía ser descrito de otra forma. Nació pesando tres kilos y doscientos gramos, los ojos de su madre, la barbilla de su padre, las manos de su abuela, y el pelo rubio como su bisabuelo…

Pero un día, al año de nacer Lucas, la suerte se torció en el camino de Sonia, otra vez. Manuel decidió irse con Lucas de excursión a casa de sus padres, ¡hacía tanto que no los veía!

Era un día horrible, llovía a cantaros y Sonia tenía un dolor de ovarios que no le permitía ni levantarse del sofá. Se quedó en casa, sola, como estaba ahora mismo recordándolo todo. A las 19:46 sonó el teléfono. Un trágico accidente ocurrido en la Nacional 3 se había llevado la vida de dos personas, Manuel y Lucas acababan de entrar en el instituto forense y necesitaban ser identificados.

Sonia también murió un dos de mayo, murió con su marido y su hijo, pues partir de ese momento Sonia estaba muerta. Su corazón había dejado de latir aunque su cuerpo siguiera funcionando, se convirtió en una especie de zombi si así lo entienden mejor. Perdió todo y comenzó a vagar por las calles esperando su final, esperando a que un día se la lleven como hicieron con todo lo que algún día ella amó.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Estrella fugaz

Los sucedáneos suelen ser fabulosos.
Los sabores, el tacto, los tejidos logran superar,
en ocasiones, la esencia original.
Por un módico precio consiguen transmitirnos
lo que no podemos permitirnos debido a la escasez
o el precio elevado de la exquisitez del verdadero producto.
Sin embargo los hombres, rompen mis esquemas
¡Ellos son sucedáneos horribles!

¿Encontraremos algún día el producto original?

jueves, 18 de junio de 2009

Típicas cosas

"Te mereces un amor bobo de sofá verde pegajoso. Despertarte con una chica con aliento a cualquiera. Hacerte tú solo el puto café, que nadie te lo lleve a la cama. Una descerebrada que aplauda tus malas letras. Girarte y descubrir que tu sombra se ha venido conmigo. Y que tus zapatos, contrariados al no ver los mios, no sepan bien hacia dónde ir, y dejan de hacerte caso. Que cada gracia dicha a otra te clave la ausencia de mi risa.

"Te mereces doscientos
amores cutres y plastificados seguidos.Soñar conmigo mientras duermes con un monstruo al lado. Sentirte tan horrible por dentro que te fallen tus andares de rockero. Titubear al cruzar la acera porque te persigue tu propia cobardía. Que la soledad te aplaste una mañana con todo mi amor. Que mil noches de jarana no sean suficientes para anestesiarte. Y que no haya día de sol que alivie la carroña de tu alma.

Te mereces resacas feas y solitarias, al
Vacío como único compañero. Ir de bar en bar buscando en el suelo las huellas de mis tacones. Levantarte cada noche a vomitar una a una las mentiras que me dijiste. No poder pronunciar nunca más una palabra de amor sin reírte. Amigos de cuarto de baño, intentar atrapar ilusiones en servilletas de papel. Querer disfrazarte de Sincero y que los demás sólo vean en ti al Rastrero. Tener quecomprar besos falsos para intentar inútilemente escupir los míos. Pegarte cabezazos contra la pared por perderme y que no se te rompa."

lunes, 1 de junio de 2009

Besos y porros

¿Y ahora qué?
No me quiero ir sin ti

Un corazón solitario, no es un corazón

miércoles, 20 de mayo de 2009

Un día más aquí



El universo paralelo retenido en mí
Salta lluvia salada que brota tristemente
Los árboles balanceados son por helados vientos
Sus sombras surgen también de mis memorias
Como esa peste estancada ya varios días.

Senderos sin huellas sirven de guía
Mansiones de paja que pronto caerán
Sumergiéndose están en el horizonte
Yo soy paloma que anida en el mar
En la proa de un barco que nada dirá.

Lejos me iré, donde no me alcancen
Descubrir lo inexplicable haré
Encontrando repuestas y más preguntas
Aumentaré la fuerza con mis heridas
Gracias libertad por ansiar mi ausencia.

Confiando pues aún quedan días
Los caprichos del destino sucumbiré
Y así se hará,
Sosteniendo el curso de mi vida
Con las yemas de mis dedos.