La mente humana puede ser tan débil, en ocasiones, que incluso una fortaleza aparente puede esconder un miedo mayor con el transcurso de los días. La locura nos vuelve más humanos pero termina con la razón de la convivencia y en su defecto, con nuestra supervivencia.
Me abstengo del pesimismo social , de lo establecido y la ética de las relaciones más cercanas que pueden acabar con nosotros. Somos capaces de hacer cualquier cosa pero debemos desearlo con todas nuestras fuerzas, creer en una capacidad, en un instante, una sensación. Al fin y al cabo se trata de creer, en la libertad de decisión, en cualquier persona por el simple hecho de ser persona.