miércoles, 28 de noviembre de 2012

Lobos y corderos


Supongo que esto lo hago porque soy una maniática, porque no puedo dejar cosas sin decir y todo me importa aunque sea lo más mínimo. Lo escribo para que lo sepas, claro, para decirte que aunque no me haya dado tiempo a echarte de menos porque para eso hace falta tener una empatía cualquiera, que tú y yo no hemos tenido, hay días que pienso en ti y me gustaría poder recordar algo más que un beso empapado en alcohol.

No me siento orgullosa de haber escrito unas líneas con tantas faltas de ortografía y frases incompletas a tu lado. Me equivoqué al fingir lo que no soy y hubiese preferido no empezar la partida, pero las cosas son como son y es lo que tiene vivir. No quiero que tires lo dados, ya me he acostumbrado a estar en la meta, y me alegra haber llegado sin saber en que casilla estabas tú.

Pocas personas, demasiada gentes. Suelo escucharlo a menudo.


Solo escribo palabras que no sirven para nada, es mi único regalo porque no sé hacer nada mejor. Es una pena no haberte conocido, que solo conozcas mi cama de mí. Lo único que me alivia es no haber apostado nada por ti, aunque me hubiese gustado hacerlo. Siempre lo he pensado cuando la indiferencia comienza a palparse el olvido se convierte en un sentimiento patente y evidente, es una lástima.

domingo, 28 de octubre de 2012

Domingo


























Existe el sublime amor de una muchacha
y el amor de un hombre maduro y justo 
y el amor de un niño sin miedo. 
Todos ellos han existido en todos los tiempos, 
pero el amor más maravilloso, 
el amor de todos los amores, 
más grande aún que el amor a una madre, 
es el amor infinito, tierno y apasionado, 
de un borracho por otro borracho.






N.H.Kleinbaum (El club de los poetas muertos)

jueves, 18 de octubre de 2012

Pause

Me da por pensar, hoy es imposible volver a creer en lo subjetivo.
Frases que se repiten en mi mente, pensamientos que no abandonan su camino;
pocas personas,  demasiada gente, el hueco de tu cuello, el sonido de mis labios.
Dulce melancolía cuando despiertas con una banda sonora en tu acto principal
pues no existe otra belleza que el lento agitar de las hojas cuando no hay viento.

















Quién me trajo a este lugar o hizo de mi lo que soy en mis últimos deseos
recuerdos que florecen a pesar de la sequía o la falta de abono de estos días.
Resucitan las cenizas cuando una lucha queda pendiente o un desafío pospuesto
triunfan las decisiones tomadas a destiempo al desaparecer lo innecesario
consiste en convertir en restos y escombros aquello que no se usa,
aquello que resta importancia a lo vital.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Junta los dedos, pide un deseo


Los sentimientos están para vivirlos.

    El fallo de las mujeres es que nos pasamos demasiado tiempo hablando de ellos y no esperamos a dejarnos llevar en el momento oportuno. No podemos dejar de darle vueltas a lo que sucede alrededor de la línea de tiempo aunque no podamos interferir en ella en absoluto.


    Debemos aprender a estar en el momento presente porque el pasado es solo un recuerdo y el futuro se encuentra demasiado lejos. Debemos ser inmensamente felices en este justo instante porque estar vivo es lo más maravilloso que podría habernos ocurrido, porque cada sueño pendiente o alcanzado sirve para prolongar la ilusión de más de nuestras pupilas, porque nos quedan tantas cosas por ver que nos obligan a estar en continuo movimiento día tras día.


   En ocasiones pensamos que sentir es lo más complicado que tiene la vida pero no nos damos cuenta de su belleza y de la armonía que alberga nuestro ser cuando cualquier sentimiento, se apodera de un cuerpo y consigue hacerle volar.


miércoles, 19 de septiembre de 2012

Adiós


Todavía no he conseguido olvidarte. Y lo siento por mí pero estoy convencida de que jamás voy a conseguirlo. Me enseñaste todo aquello que siempre había anhelado sin ni siquiera conocerlo, me abriste los ojos y llenaste de color el miedo y la indiferencia que tenía acumulada. Todo fue perfecto para mí, lo hiciste como nadie lo había hecho jamás y te lo agradeceré estés donde estés porque me sentí la mujer más afortunada del mundo durante esos días, porque me siento afortunada hoy al poder recordar lo más bello que me ha pasado en mi vida.

Tu sonrisa sincera y encantadora que me enamoraba cada vez que me mirabas. Recuerdo que teníamos una conexión especial y te adelantabas a mis palabras, eso me volvía loca. Me hacia sentir tan especial. Una vez, jugando a las películas, adivinaste algo imposible y me sacaste del aprieto de mis nervios delante de personas que no conocía de nada. Por momentos como ese no quería estar sin ti porque tú veías más allá de lo que mostraba o te contaba.

Era tan hermoso oírte reír. Recuerdo que podías estar más de diez minutos repitiendo el mismo chiste y tu risa no se calmaba a pesar de ello, volvías a contarlo como si no lo hubieras escuchado, fijándote más en los detalles. Me encantaba verte feliz, era extraordinario formar parte de tu felicidad y llenarte de ilusión, de ganas de hacer cosas que habías perdido hacía tiempo.


Me acuerdo también de tus besos cuando encontrabas un te quiero escrito en tu despacho, cuando al entrar al coche descubrías un te echo de menos en la guantera o la cara de tonto que se te quedaba cuando te llamaba por sorpresa para decirte que todavía olía a ti. Era bonito ver cómo te enfadabas cuando me ponía a fregar los platos demasiado pronto o cuando intentaba ayudarte en la cocina.


Y lo sé, no puedo olvidarte pero también sé que no puedo dejar de recordarte y aunque estés lejos y tú no lo hagas yo sonrío por los dos. Quizás algún día le cuente a alguien que nos pasábamos tardes enteras tirados en la cama escuchando música y hablando de amor, que te encantaba hacerme cosquillas y a mi verte reír sin razón, que me volvía loca cuando notaba tu olor cerca, que no había nada como la curva de tu barriga para descansar, que estar a tu lado me hacía sentirme completa y no necesitar nada más.

Pero la vida no es como las películas de amor y, a veces, la intuición no funciona tan bien como creíamos y tenemos que resignarnos a un adiós que sale de nuestros labios sin saber cómo, ni porqué... A veces nos vemos obligados a abandonar antes de haber comenzado a luchar porque hay demasiadas minas por el camino. No es fácil renunciar a lo que siempre has soñado pero nuestro guión es, quizás, el resultado de capítulos que ningún escritor se ha atrevido a publicar jamás.

martes, 17 de julio de 2012

Ahora mismito


Hoy es a mí a quién le apetece esconderse para darte un beso, un beso de esos que no significan nada especial pero que sientan muy bien a altas horas de la madrugada. Hoy te pediría que tengas cuidado con mis manos porque las tengo llenas de ganas y más peligrosos están mis labios que se resbalan por cualquier rincón de tu cuerpo, sin tapujos, sin miedos. Así que te espero... Te espero en la repisa de tu ventana, en el doblado de tus sábanas o en el hueco que tan bien conozco detrás de tu almohada.

martes, 3 de julio de 2012

Iniciales

Hablo
Miento 
Digo 
Callo 
Escucho 
Siento 
Me arrepiento 
Miro 
Sonrío 
Disfruto 
Lloro 
Mantengo el silencio 
Elimino todo lo que no necesito 
Crezco 
Aprendo 
Pienso 
Escribo 
Lucho 
Me rindo 
Pido consejo 
Me acuerdo
Me olvido 
Vivo 
Muero

viernes, 29 de junio de 2012

miércoles, 27 de junio de 2012

jueves, 21 de junio de 2012

Abre, tengo frío

‎"Cada vez se detienen menos a observar lo que existe a su alrededor. Eso no es para mí, me gusta sentirme viva. Prefiero ver como pasean con prisas, siempre con prisas, sin pensar en ellos mismos. No saben quienes son, qué les hace felices. No pueden disfrutar de su soledad, no saben hacer únicos sus momentos porque no son capaces de observarlos, ni de recordarlos. 

Yo prefiero estar aquí, no cambiaría mi lugar. Supongo que esto me convierte en mi misma, es mi autenticidad, es un río que desemboca en lo que nunca podré dejar de ser.




Ahora voy a seguir durmiendo, soñando, viviendo u observando, no sé, hace tiempo olvidé las diferencias entre esas palabras" dijo la señorita mientras se acurrucaba en el caluroso sofá de cuero donde tanto le gustaba estar.

martes, 19 de junio de 2012

Termina antes de empezar

Hazlo rápido, no tengo prisa. 
Mírame de reojo, disfruto con cada segundo de tu respiración.
Sonríe cuando te haga rabiar, muérdeme la oreja para contrarrestarlo. 
Tócame sin fuerzas, muérete de ganas por sentir mi piel.
Lánzame tus palabras si te enfadas, cúrame con caricias cuando estés más calmado.
Atrápame entre tus piernas, consigue mi silencio.
Vuélveme loca después, drógame, no me consueles. 

No dejes que recuerde nada de ti.

jueves, 10 de mayo de 2012

No creo en casualidades

Nunca se me ha dado bien hablar, quizás sea porque pienso demasiado todo lo que digo, siempre le he tenido un cierto respeto a las equivocaciones aunque últimamente digo más de lo que debería. 
Las palabras acertadas no son fáciles cuando los sentimientos ejercen cualquier tipo de influencia. Pero es verdad que con el tiempo he aprendido a perderle miedo al miedo y me siento bien, puede que incluso eso me ayude a convertirme un poco más en mi misma. No me importa parecer ridícula, y en cierto modo, tampoco me quita el sueño lo que el resto de personas pueda pensar de mí. 

Me siento orgullosa de la mayoría de las decisiones que he tomado en los últimos años, de todas las sonrisas que he robado, los abrazos que me he regalado, las risas que me han hecho más feliz, incluso del sufrimiento que me han causado, de los silencios que he roto y los que me he guardado para la eternidad
Puede ser que no crea en las casualidades pero creo en mí, en el presente y la frondosidad de este camino que estoy dispuesta a recorrer, porque no existe nada mejor que vivir, con todo lo que ello conlleva.  Pienso disfrutar todos los momentos que me quedan y no voy a dejar de sonreír aunque un parte de mi alma me pida que siga  llorando.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Con P de poesía

De repente, todo suele ocurrir así. Incluso es mejor no ver venir lo que nos acontece para que duela un poco, para sentir más lo que hace daño. He oído que si los sentimientos son muy fuertes la vida suele ser más intensa y más tarde sueles recibir una recompensa, positiva o negativa pero todo vuelve. Somos personas, nos equivocamos y no sabemos encajar los cambios cuando se vuelven tangentes, es lo que menos soporto de mi misma... maldita inconstancia del pensamiento que me persigue sin saber ni siquiera a dónde voy. Quiero respirar poesía, profundizar en los clásicos que marcaron la esencia de lo más grande, volver a estar conmigo y no ver más allá porque haga frío. Dejar que el resto viva y centrarme en lo tengo cerca. Lo llamamos pasado porque pasa... Pasado porque no se olvida y de vez en cuando duele... Pasado que molesta cuando recuerdas el porqué de su existencia... Pasado que no sirve cuando miras hacia delante... Las heridas rasgan pero acaban por convertirse en cicatrices porque siempre pasa, su nombre lo indica. Como me contó un buen amigo todo los finales son iguales, siempre se repiten, sólo hay que rebobinar y darle otra vez al REC

viernes, 17 de febrero de 2012

Tres

Existen tantos tipos de personas que ni haciendo una lista interminable conseguiríamos definirlas a todas. El egoísmo, a mi parecer, es el mal más horrible que se desarrolla en un ser aunque pueda salvarnos del abismo de caer, en ciertos casos. Todos los problemas nos parecen poco importantes salvo el nuestro, el que se sumerge en la memoria como un dichoso clavo oxidado y lleno de hebras que manchan el orificio de entrada o ,en otro punto, el de salida.
La mente humana puede ser tan débil, en ocasiones, que incluso una fortaleza aparente puede esconder un miedo mayor con el transcurso de los días. La locura nos vuelve más humanos pero termina con la razón de la convivencia y en su defecto, con nuestra supervivencia.
Me abstengo del pesimismo social , de lo establecido y la ética de las relaciones más cercanas que pueden acabar con nosotros. Somos capaces de hacer cualquier cosa pero debemos desearlo con todas nuestras fuerzas, creer en una capacidad, en un instante, una sensación. Al fin y al cabo se trata de creer, en la libertad de decisión, en cualquier persona por el simple hecho de ser persona.