- ¿Has acabado ya cariño? No soporto tu complejo de Cenicienta. Apúntate esto: no siempre se gana al jugar aunque creas tener la mejor de las bazas, nunca podrás adivinar lo que ven unos ojos ajenos aunque estéis mirando al mismo sitio. Eres única pero mucha gente es ciega y prefiere seguir el olor del rebaño nena, saben que las ovejas siempre llevan a un lugar seguro. Cada vida tiene un sentido y coincidir con otras no depende de querer sino de estar de acuerdo en un mismo cometido, y tú destino está muy lejos de tu corazón.
- Gracias pero no te soporto.
- Cuando dejes de oírme y aprendas a escucharme, empezarás a quererme, no tengo ninguna duda. Solo espero no tener que dejarte aquí encerrada mucho tiempo. Ahora, vuelve a tu celda y empieza a matar a los pensamientos que no sirven para nada.