Mi pequeña rosa marchita..

Vuelve a mirar, observarás como la tempestad va amainando.
Creía que era el fin, no volveré a pensar como ocurrió y cuantas son las
cosas que dejamos sin hacer.

El mundo es, yo soy, tu eres, nosotros éramos…

una realidad existente solamente,

ahora, en nuestras cabezas.

Vuelve a pensar,

tu mirada cayó a tierra cuando se cruzó con esos ojos

que tanto le hicieron soñar,

ese espejismo, que como todos,

aunque luchemos para superar las adversidades

se convierte en realidad.

Quizá no existió y haya sido una simple ensoñación de lo que nunca fue,
posiblemente yo ya no vuelva a sonreír de la misma manera...
Al observar el paso del tiempo, me pregunto

¿es éste el mismo cielo de antes, el que siempre me acompañó?

Cambia la forma de escuchar,

mi espacio a pasado a una nueva dimensión,
puede ser que llegué una nueva era de fantasías

reunidas en el más absoluto caos

y no ser capaz de abrir la mente a nuevos horizontes.
Un manojo de añoranzas , oculto tras la leve claridad del sol

cuando dos nubes le envuelven en invierno.

Un frío lejano y aun así helado,

corta la respiración de los más valientes

y la valentía reaparece en el más cobarde.

Un sueño roto tras la luna reflejada en un río,

cruel luna, que me enseñó a amar

cuando el mundo estaba en guerra
y solamente un trocito de eternidad era capaz de mirarme,
mis sentidos me engañaban,

llegué a la confusión antes de tiempo,

el reloj se paró,

no volveré a mirarlo mientras me quede la ilusión viva en el recuerdo

y la bella despedida entre lágrimas

llenas de rabia e impotencia

y relegadas al más triste olvido.