lunes, 3 de enero de 2011

Sigue atormentándome

Tengo un problema. Cada vez se hace más grande y más profundo. Me crea adicción y se vuelve inevitable pensar en él.

Mi cuerpo produce una cantidad de adrenalina desorbitada cuando se encuentra cerca.

Me causa una felicidad inmensa, el corazón palpita a mil por hora, las pupilas se dilatan en cuestión de segundos...
Me encanta mi problema, es una enfermedad que no tiene cura y aunque la tenga yo no quiero averiguarla.


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